ALEX ZANARDI: HISTORIA DE
INSPIRACIÓN
El siguiente trabajo es acerca de
un tipo que a través del esfuerzo y las ganas de salir adelante pude vencer una
de las más grandes adversidades que puede sufrir el ser humano. Una historia de
vida, digna de ser contada… una verdadera historia de inspiración.
El 15 de septiembre de 2001, el
corredor italiano Alex Zanardi aceleró de manera abrupta, dio un giro y perdió
el control de su auto luego de salir de una parada tardía en pits. El auto de
Zanardi retomó la pista de manera dramática, atravesándose justo al paso de los
corredores que iban detrás de él en la recta final de la carrera que él iba
ganando (era la vuelta 143 de 154). El movimiento tomó por sorpresa al corredor
canadiense Patrick Carpentier quien, en fracciones de segundo, pudo esquivarlo
a tiempo por su flanco derecho. Sin embargo, otro Alex (Tagliani, canadiense)
venía atrás y a la izquierda de Carpentier… el impacto fue imparable. Apenas
dos segundos después de que el auto de Zanardi se incorporó erráticamente a la
pista, el auto de Tagliani le impactó justo a la mitad y provocó que se
partiera en pedazos. Para todos aquellos que tengan la fuerza de ver el video
del accidente, acompañado del audio original de la transmisión, pone la piel de
gallina.
Alex Zanardi perdió ambas
piernas: una fue amputada a partir de la rodilla, la otra por encima de.
Además, el italiano perdió tres cuartos de volumen de su sangre. La rápida
intervención médica le salvó la vida.
Después de que sus piernas fueron
amputadas, lejos de que su carrera se truncara, para Zanardi apenas comenzaba
la segunda parte de su vida deportiva.
Recuperación
y triunfos
Más que una rehabilitación,
Zanardi se enfocó a rehacer su vida deportiva asimilando por completo su nueva
realidad.
No conforme con las prótesis
comerciales, el italiano se involucró de lleno en el diseño, desarrollo y
construcción de sus nuevas piernas protésicas hechas a la medida. Y es que en
la mente de Zanardi estaba una meta fija: volver a correr y competir.
No pasaron ni dos años cuando el
italiano ya estaba de regreso en la pista EuroSpeedway Lausitz para terminar
simbólicamente las 10 vueltas que le faltaron. Lo hizo a una velocidad de nivel
de competencia: corriendo a 310 kilómetros por hora, lo que lo hubiera colocado
en quinto lugar de haber corrido en forma.
Nueva meta:
ciclismo
El único deporte que pudo
alejarlo del mundo motor, fue el “handcycling” o ciclismo accionado con las
manos. Lo más curioso de esto es que Zanardi llegó a conocer este deporte por
un accidente fortuito: a raíz de una disputa por un lugar de estacionamiento
para discapacitados.
Vittorio Podestà, miembro del
equipo italiano paralímpico de bicicleta de ruta, estaba en el otro auto junto
a su esposa disputándose el lugar con Zanardi. En una entrevista para la
televisora china CCTV, Podestà relata la anécdota:
“Mi esposa se bajó del carro y me
dijo, ‘no, mira, si está discapacitado, es Zanardi’. Después, Zanardi se me
acerca y ve las bicicletas en el techo de mi auto; un año después me habla
porque quiere ir al Maratón de Nueva York, le pregunto ‘¿cuál Maratón? Ok,
tienes un año para prepararte’, y me dijo ‘no, un año no, el siguiente Maratón
en un mes’”.
Así es como Podestà, campeón del
mundo en la prueba, introdujo a Zanardi al deporte. Con una preparación de tan
solo cuatro semanas, Alex Zanardi obtuvo el cuarto lugar en el Maratón de Nueva
York en 2007.
Y como prueba de su tenacidad,
después de cuatro intentos por fin pudo en 2011 ganar el Maratón de Nueva York.
Pero ninguna competencia deportiva se compara con una justa olímpica, así que
Zanardi insinuó desde 2009 que quería formar parte del equipo italiano de
“handcycle”. Desde entonces, se especializó en la prueba de contrarreloj de
ciclismo en la categoría H4 (bicicleta accionada con las manos).
Confieso que no sabía del giro
que había tomado la carrera de Alex Zanardi, así que fue toda una sorpresa leer
los encabezados en los diarios de todo el mundo cuando anunciaron que el
italiano había conseguido una medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de
Londres 2012.
Experimenté ese extraño
sentimiento que da cuando te enteras de noticias impactantes en relación a una
figura pública que conoces “de cerca”.
La historia de Zanardi es un
ejemplo para deportistas y no deportistas.
“Este es un gran logro, uno de
los más grandes de mi vida”, dijo Zanardi con la medalla colgada. Ojo, lo dice
alguien que ha cosechado éxitos con y sin piernas. “He trabajado muy duro para
llegar aquí. Fue estupendo vivir una experiencia así a los 45 años”, remató.
Quizá lo más impresionante de
toda esta historia es que no era la única vez que había subido a un podio en el
circuito Kent, a unos cuántos kilómetros de Londres. En 1991, a sus 24 años,
obtuvo el segundo lugar en una carrera de Formula 3000. En 2008, sin sus piernas,
obtuvo el tercer lugar con su BMW en la World Touring Car Championship. Y
ahora, en 2012, se colgó la medalla de oro con su bicicleta en los Juegos
Paralímpicos de Londres.
Al leer esta entrada, lo único que pienso es... NO HAY IMPOSIBLES... cada película que subes nos deja una lección de vida, pero estas historia que son reales, nos hace pensar en nuestra propia historia y cómo no aprovechamos y valoramos lo que tenemos... Gracias Aceves por tus aportes al Blog... FELICIDADES
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