DIAMANTE DE SANGRE

 

 

La película refleja la realidad histórica que vivió el país de Sierra Leona entre 1991 y el 2002 cuando el FUR inició una insurrección armada que ocasionó más de dos millones de refugiados y destruyo la mayoría de las infraestructuras del país. Aunque en un principio el Frente Revolucionario unido parecía que luchaba por los pobres en las zonas rurales, rápidamente dejo de lado sus objetivos y comenzó una brutal guerra de terror contra los ciudadanos de Sierra Leona. Pueblo ardiendo, mujeres violadas, niños masacrados. Aquellos capturados eran mutilados a golpe de machete, los niños eran reclutados como soldados y otros fueron esclavizados en las minas de diamantes. Las piedras preciosas se introducían de contrabando en Liberia cuyo anterior presidente, Charles Taylor, apoyaba a los rebeldes. Poco a poco estos diamantes de sangre se abrían camino a los mercados de piedras preciosas de todo el mundo.

Dirigida más hacia un público más adulto o adolescente, diamantes de sangre es una película perfecta para apreciar y debatir sobre los temas que trata. Las consecuencias del colonialismo y el abandono del continente Africano, los conflictos que se generan por la explotación de los recursos naturales, la falta de escrúpulos de gobiernos corruptos y multinacionales a las que no les importa reducir costes a cualquier precio. También nos muestran las consecuencias de los conflictos provocados, la crueldad, los abusos de los derechos humanos, los niños soldados o los millones de desplazados por los conflictos.

La película también intenta concienciarnos de la responsabilidad de los gobiernos, compañías e incluso los consumidores, a la hora de adquirir productos realizados o que usan recursos de zonas en conflicto o que vulneran los derechos humanos. Como le dicen en la película, tanta culpa tiene el apetito de la industria de la joyería americana por diamantes más baratos, como él mismo con sus actividades de contrabando.