Hace más de 50 años. Estoy hablando de los
años de 1955 a 1960. Por la calle Porfirio Díaz, vivía un señor de nombre
Sergio Barrón al cual le decían (Chelco) † Este señor, el Miércoles Santo por
la mañana muy temprano empezaba a pitar el cuerno afuera de su casa y los
silbatos de carrizo que el mismo hacía, nosotros al oírlos ocurríamos a ese
lugar para verlo pitar y a la vez nos regalara un silbato de carrizo. Ya
estando ahí nos decía, agarren un silbato y pítenlos para que se oiga más ruido
y la gente del pueblo los escuche. Esto era una señal de que habría judíos.
Otra señal era escuchar el cuerno desde la parte más alta del cerro del
Barrabás el Miércoles muy temprano por los primeros judíos y la gente con este
sonido se daba por enterada.
Hay que recordar que la fiesta duraba 4 días,
empezando el Miércoles Santo por la mañana en el lugar que ocupaba la Corraleta
que se ubicaba en la Presidencia Municipal, Los judíos tradicionales que año
por años participaban, se empezaban estos a juntar llamando a los demás con el
sonido del cuerno y los silbatos de carrizo que ya se tenían preparados.
El Cuero de cochino cargaba una máscara con
la cara, trompa y orejas de cochino, en la parte superior de su cabeza llevaba
un sombrero de palma con ala recortada y sobre de este sobresalían un par de
cuernos de venado, El cuero de cochino tenía que vestir pantalón de mezclilla y
con pechera.
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EL PRIMER DIA
EL PRIMER DIA
Miércoles por la mañana, la Judea consistía en correr por las calles de la
localidad pitando el cuerno y los silbatos de carrizo. Algunos judíos cargan
una soga, un hacha, una matraca, etc. etc. Todos los judíos corrían siguiendo a
los capitanes brincando, pitando y a veces hasta gritando ya que el Cuero de
Cochino los sometía a punta de chirrionazos para que guardaran compostura y
corrieran en fila india de dos en dos. Los judíos que traían sogas era para
agarrar a los que los toreaban ya que había muchos jóvenes muy ligeros para
correr pero que al final éstos eran sometidos por los judíos por ser éstos
muchos más. Luego de agarrarlos los pintaban y les ponían su cartulina en la
cabeza les daban su silbato de carrizo y los incorporaban a su grupo y así
aumentar el número de participantes para prepararse para continuar con los 3
días restantes hasta la quema de Judas el Sábado Santo por la noche y el
lanzamiento de las bolas de lumbre que Don Salvador de la Torre papá de Jacinto
de la Torre preparaba para este día.
EL SEGUNDO DIA
El Jueves Santo. Los judíos que habían
corrido un día anterior se comprometían a seguir corriendo al siguiente día
para agarrar a mas judíos y así incrementar las filas de los mismos, esto
ocurría durante toda la mañana ya después de ir a comer, regresaban y empezaban
a correr de nuevo por las calles y por la tarde se iban al Cerro del Temachaco,
lugar por donde bajarían a la compañera del Cuero de Cochino como a eso de las
4 de la tarde, lo que hacían éstos era venir jugando a la baraja por todo la Calle del Florido (Morelos) hasta
llegar a la Plaza Principal, y consistía en tender una franela sobre el piso,
luego se sentaban a jugar, cuando terminaba la partida de pokar se revolcaban
uno encima del otro y el levantarse salía muy enojado sobre todo él que había
perdido el juego, agarrando a chirrionazos a todo aquel se le atravesara ya
fuera judío o cualquier otra persona. Los movimientos de los judíos eran lo
mismo, pitando el cuerno en todo momento y los silbatos de carrizo suene y
suene, algunos brincando, gritando y a veces hasta bailando o toreando a los
Cueros de cochino que ya para entonces eran dos. También participaba la plebe
haciendo grita y bulla de los chirrionazos que les daba el Cuero de cochino.
EL TERCER DIA
EL TERCER DIA Viernes
Santo, muy temprano por la mañana, Los judíos se reunenen el sitio de costumbre (le decían la Corraleta) en la
Presidencia Municipal. Luego de cambiarse con la vestimenta de calzón y camisa
de manta de varios colores, eran pintados y se les ponía la cartulina sobre su
cabeza para luego salir a la calle pitando el cuerno y los silbatos de carrizo
para seguir agarrando a más compañeros y hacerlos Judíos, los que no querían,
eran sometidos a punta de chirrionazos por el Cuero de cochino, algunos eran
cargados en cuervito ya que no querían caminar y una vez sometidos, los hacían
judíos, para que participaran ya que para este día sacarían a barrabás a
torearlo.
Ya para eso de las 10
de la mañana ya había más de 80 judíos que eran Capitaneados por don Joaquín
Ruíz y por Tomás Carrillo. Haciendo cada quien un grupo de 40 judíos que se
formaban en fila india de dos en dos cada grupo con su Cuero de cochino. Antes
de traer los Jarales al río, Los judíos se pintaban también los brazos
arremangándose la camisa hasta el codo. Cuando regresaban del río se ponían
hojas de jarales a un costado de sus orejas y cargados con tercios de ramas de
jaral cada uno de los ellos, pero también escogían un buen tramo de rama de
mezquite para con este torear y quitarse los chirrionazos de barrabás, algunos
hasta le ponían baqueta en uno de sus extremos para fijárselo a la canilla para
que la hora del juego no quedarse desvalijado y ser golpeados sin defensa.
La hora en que
sacaban a los Barrabases era como a la 11 del día, ya para entonces estaba el
tendido de jarales sobre la banqueta de la Plaza Principal. Los barrabases
Tradicionales que año con año salían eran: don Hilario Carrillo (el ladrillero)
Manuel Ortega (el comandante) Regino Caldera y Antonio Ochoa del rancho del
Sabino. Estos 4 barrabases eran los de costumbre, se distinguían por hacer bien
su papel de BARRABÁS además eran personas sanas y fuertes que imponían respeto.
Como salían los
barrabases a la calle para ser toreados. Su cuerpo y su cara son pintados toda
con diferentes figuras y colores, en su cabeza portaba un mechero de papel de
china de muchos colores en tiras como de 50 centímetros y con cerdas de caballo
incrustadas. Usaban Calzón hechizo de manta fijado con una faja de lana de
colores y huaraches de correa nuevos hechos en la región. Al salir los 4
barrabases de la Corraleta ubicada en la Presidencia Municipal eran sacados con
la cintura doblada y con una cobija tapados, caminando encorvados hasta donde
se encontraba el tendido de jarales para luego de ahí tirarse al suelo y ser
colmado con los mismos en todo su cuerpo. Una vez terminada esta ceremonia se
levantaban los barrabases agarrando manojos de ramas de jaral para luego con
estos castigar a los judíos que se le ponía en frente. Cuando se terminaban los
jarales los mismos judíos les daban un chirrión a cada uno de ellos,
para seguirlos
toreando cabe señalar que: SOLO JUDIOS MAYORES DE EDAD PARTICIPABAN EN LA
TOREADA DE BARRABAS Y NO SE PERMITIA A MENORES DE EDAD HACERLO.
EL CUARTO Y ULTIMO DIA
EL CUARTO Y ULTIMO
DIA, Sábado Santo la quema de JUDAS. La celebración continuaba de la misma
manera que el Viernes Santo pero ahora por la noche los judíos torean a
barrabás por las calles del pueblo, llevando a Judas por delante y muchas gente
voluntaria participaba cargando en la mano un ocote encendido para alumbrar al
Judas a los judíos y al barrabás hasta llevarlos a la Plaza Principal sin dejar
de pitar el cuerno y los silbatos de carrizo. Ya estando aquí antes de quemar a
Judas se lanzaban bolas de lumbre recuerden que para entonces no había luz
eléctrica y era un espectáculo ver serpentear por el aire las bolas de fuego en
varias direcciones, a veces la gente se llegaba a quemar ya que las agarraban
con la mano desnuda y las aventaban sin ton ni son o sea sin ninguna dirección
cayeran donde cayeran y esto era siempre un peligro constante. Ya terminado el
juego de las bolas de lumbre y todavía con los ocotes encendidos en la Plaza
Principal, El Judas dejaba un TESTAMENTO a las personas más populares del
pueblo y este era leído ante público para que conocieran su herencia que les
había dejado antes de ser quemado a las 10 de la noche, con este acto se daba
por terminada la Judea de Semana Santa.
Es importante no olvidar las tradiciones porque es la forma como te identificas, a cualquier parte del mundo que tu vayas, nuestras culturas y nuestras tradiciones son nuestra esencia de vida, y hay que seguir conservandolas porque son únicas en el mundo, y fueron heredadas por nuestros antepasados.
Al leer tus entradas, me hace pensar en que estos pueblitos que tal vez nunca escuchamos nombrar tiene su propia historia de vida, creía conocer Jalisco pero con las entradas de Felipe y las tuyas, nos hacen notar que Jalisco también como Michoacán tienen muchas historias que contar. Felicidades.
ResponderEliminarInteresante tu entrada Ahziri, que bonitas tradiciones hay en Jalisco pero que seria si no existieran, no habría de que hablar generación tras generación, gracias por compartirnos tan valiosa información.
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