La zona arqueológica de Zirahuato se encuentra situada muy cerca de Zitácuaro a sólo algunos kilómetros de distancia.
Debido a que no hay presupuesto del gobierno federal, las pirámides de Ziráhuato poco a poco se van deteriorando. Hay un descuido en ese sitio arqueológico, que solamente es visitado una o dos veces al año, producto de que no hay la suficiente difusión por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El lugar "guarda una riqueza histórica" y es un sitio ideal para "recargar energías y crecer espiritualmente". No obstante, el camino de acceso se encuentra en malas condiciones y no hay proyectos de una posible mejoría de la carretera. Hay un pequeño museo, donde se pueden ver pocas fotografías y una que otra pieza, debido a que el sitio fue saqueado y decenas de piezas están en posesión de personas de la región. La distancia de Zitácuaro a ese lugar es de unos 12 kilómetros.
La zona está descuidada. El camino de acceso está en malas condiciones. El sitio es más que importante, pero el INAH, reporta que no hay dinero para su atención. Apenas hace unos tres años, se edificó lo que sería un módulo de recepción, tienda de artesanías y cafetería, el cual no tiene mayores atractivos. Falta mayor señalización y obviamente, mejorar la ruta de acceso.
En el sitio, hasta hace un par de años, se dejaba que entraran animales, provocando mayor deterioro. Además, desde hace cinco años, se frenó el saqueo que se estaba haciendo. Esto es consecuencia de que ni autoridades ni población saben valorar el lugar, que fue la última frontera oriente de los tarascos. Fue un centro militar y de observación desde donde oportunamente se contemplaba la llegada de grupos guerreros oponentes".
La zona está descuidada. El camino de acceso está en malas condiciones. El sitio es más que importante, pero el INAH, reporta que no hay dinero para su atención. Apenas hace unos tres años, se edificó lo que sería un módulo de recepción, tienda de artesanías y cafetería, el cual no tiene mayores atractivos. Falta mayor señalización y obviamente, mejorar la ruta de acceso.
En el sitio, hasta hace un par de años, se dejaba que entraran animales, provocando mayor deterioro. Además, desde hace cinco años, se frenó el saqueo que se estaba haciendo. Esto es consecuencia de que ni autoridades ni población saben valorar el lugar, que fue la última frontera oriente de los tarascos. Fue un centro militar y de observación desde donde oportunamente se contemplaba la llegada de grupos guerreros oponentes".
ATENCIÓN, UNA VEZ AL AÑO
Así, el lugar, como muchos otros, solamente recibe atención en temporada de vacaciones o bien el 21 de marzo, con la llegada de la Primavera. Tiene historia, pero no se valora y por lo mismo, no se planea su rescate.
Los vestigios arqueológicos están integrados por una gran pirámide, cuya fachada aún conserva sus 70 escalones y parte de la construcción en talud al frente; y en un nivel más bajo, se localiza otra pirámide, una zona habitacional, patios hundidos, adoratorios y un sitial dedicado a cementerio, donde fueron localizados tres entierros con sus respectivas funerarias, entre vasijas, collares e instrumentos ceremoniales.
De las cuatro caras de este cuerpo, la mejor conservada es la oeste, cuenta con seis cuerpos superpuestos, en su parte central hay una escalinata que conduce a la plaza, se cree que las ceremonias rituales se realizaban en este espacio.
En su parte sur se observan seis cuerpos escalonados en regular estado de conservación. En esta misma área se encuentra una pirámide menor, cuyo basamento tiene tres cuerpos y una escalinata.
RIQUEZA QUE SE PIERDE
En medio de la maleza, se encuentran piedras de glifos, así como relieves abstractos relacionados con la religión. Lo cierto es que muchas cosas se han perdido, poco se ha rescatado, como la "cabeza de jaguar" que se exhibe en el museo regional michoacano.
Los estudios no se han agotado. Hay mucho por descubrir. Los trabajos de mantenimiento son mínimos. Falta mucho que consolidar y conservar.
Sin duda alguna es una lástima que una riqueza arqueológica tan valiosa no tenga el cuidado ni la importancia que se merece ni para muchas personas ni mucho menos para el gobierno federal.
A nosotros que nos corresponde la historia, la antropología y que debería de llamarnos la atención el hecho de como poco a poco vamos erradicando nuestras raíces, aunque cada quién tendrá su punto de vista.
Interesante artículo compañero, yo desconocía estas bellezas, sería interesante nos compartiera más sobre como llegar a esta zona. Es una tristeza que no se les de la importancia a esta parte de nuestra historia.
ResponderEliminarQue hay compa Nacho, muy buena entrada, me interesó bastante concuerdo con lo que le dice la compañera Guadalupe, o invitenos a conocer esos hermosos lugares...
ResponderEliminarGracias compañeros y por supuesto quedan cordialmente invitados para cuando gusten podamos visitar esas maravillas de nuestras raíces históricas.
ResponderEliminarY lamentablemente son deplorables las condiciones en las que se encuentran.