Zitácuaro.- Una parte de la historia de Zitácuaro ha comenzado a verse borrosa. Se trata, curiosamente, del hecho del que estamos más orgullosos los habitantes del municipio: la instalación de la Suprema Junta Nacional Americana. Pero parece no importarnos porque no hacemos nada por rescatarla y, de seguir así, este hecho pronto desaparecerá.
Así es: el mural no será la gran obra artística, ni merecerá premios ni reconocimiento nacional, pero es un libro de historia gráfico, a color. Es una síntesis de cómo Zitácuaro pasó de ser una zona habitada por tribus indígenas, a una ciudad que sueño con la modernidad; claro, varias guerras y batallas de por medio.
No necesita ser explicado, porque los dibujitos pintados por Abel Medina los entiende hasta un niño de preescolar. Zitácuaro no tiene muchos atractivos turísticos desarrollados ni promocionados.
Y por eso, las guías turísticas que desean atraer a visitantes incluyen el mural entre los principales puntos de interés. Por ejemplo, la página México Travel Club, menciona: “Los lugares de interés (de Zitácuaro) son principalmente históricos, tal es el caso de: ... el Palacio Municipal con murales históricos de esta ciudad…”.
Es decir, dejemos de lado la importancia sentimental y didáctica que puede tener para los habitantes del municipio el mural. Se trata de un atractivo turístico. Zitácuaro no tiene mucho de donde escoger y, se supone, que uno de sus activos es la historia. Entonces, es ilógico, ¿Por qué no cuidarlo?
Obvio que es responsabilidad de todos, pero principalmente de las autoridades municipales, que tienen la obra a su resguardo. Puede no gustarles e, incluso, ver como algo que es poca cosa. Pero deben de cuidarlo. Es más, es su deber rescatarlo. O, ¿acaso los integrantes el Ayuntamiento van a dejar que se pierda?
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