San Francisco fiesta tradicional de La Piedad, Mich.

Hola queridos compañeros:

Una de las tradiciones que existen en La Piedad, Mich., es la fiesta patronal de san Francisco que es el 4 de octubre. Cuenta con un edificio pleno de arte sacro en estilo neoclásico, con muros de elegante cantera rosa y el atrio, que aun cuando de reducidas dimensiones, se integraba al conjunto arquitectónico, tal como acontecía en prácticamente todos los templos de su época; este último seria sometido a remodelación que le conducirían a perder el muro perimetral.  un aporte a la riqueza del edificio lo construyo la obra de los cuatro Evangelistas, realizado por el renombrado pintor Pedro Cruz, los cuales alegóricamente hablando, sostienen la cúpula de la bien orquestada edificación, enclavada en el barrio popular de "Perros Bravos", uno de los mas tradicionales de la La Piedad Antigua.

La presencia del templo franciscano y la capital importancia de aquel en este sector piedadense, sería la causal  para que dicha área se identificara igualmente "Barrio de San  Francisco". Sea cual sea el caso, este barrió gozaría de una bien ganada fama merced a la actividad de la curtiduría de pieles, actividad que hasta la segunda mitad del siglo XX se desempeño con gran apogeo.

Como parte de la celebración en honor al santo, registrada en el santoral, tuvieron lugar los llamados "Hachones", consistentes en luminarias encendidas en las puertas de las casas, para lo cual, la ciudad misma es testigo del arribo de numerosos indigenas purepechas venidos del interior de la sierra michoacana a ofertar el ocote, o madera resinosa empleada para dar origen y alimentar las fogatas, fusionandose una actividad donde se registran por igual los elementos religiosos, como los paganos mismos, convirtiéndose tal actividad, las familias se reúnen   en torno al hachón, salen a rezar el rosario y convivir en armonía. 

La terminación de esta fiesta  culmina en la víspera de esta, las imprescindibles mañanitas, se verifican en la madrugada del día 4 de octubre, congregándose para efecto numerosos vecinos del barrio; la música proveniente de la banda de viento, los antojitos mexicanos, pleno arte culinario, de los cuales algunos de ellos ya tenían presencia registrada en la época de la colonia en México; enchiladas, tacos, tostadas, buñuelos, atole, tamales de diversos tipos, cañas, elotes cocidos, cacahuates y muchos platillos y antojitos mejicanos. La visita al sacro recinto y los juegos pirotécnicos  compuestos por cohetes y el castillo, que con su colorida  manifestación inunda el ambiente en fugaces luces multicolores; este ultimo que cierra , según la costumbre el festivo evento, son los elementos que constituyen el colorido mosaico tradicional.