jueves, 24 de octubre de 2013

Tecnología y consumo. Luz Elena Méndez Vera

Pequeño Artículo que quiero compartir con ustedes. 

Tecnología y consumo: el futuro enfermo.

A partir del engaño, ¿de qué manera las sociedades capitalistas contemporáneas construyen el futuro? Lo primero es dejar claro que las sociedades mencionadas utilizan el engaño para someter a sus designios a la mayoría de la población, pues ello es un elemento fundamental de los procesos de explotación en que está basada su existencia. Hay maneras infinitas de engañar, en este caso, las sociedades contemporáneas viven dos procesos engañosos predominantes. Uno el consumo, dos la tecnología.
El primero funciona como supuesto panacea: el consumo se le considera como sinónimo de un desarrollo (falso) o de un supuesto bienestar que, en los hechos, conduce fatalmente a la enfermedad, bien sea desde su aceptación de moda o desde la idea de modernidad. Optar por el consumo desmedido o distorsionado, que es propio del capitalismo desde sus orígenes, ha conducido siempre (en el seno del propio capitalista) a procrear conductas que fatalmente se han vuelto las cusas primordiales de la morbilidad existente en las sociedades asociadas en ese modo de producción.
El otro engaño generalizado en las sociedades es la tecnología, la cual se asocia por lo común con una modernidad altamente desarrollada, sin tomar nunca en cuenta, hasta hoy, ha evolucionado solamente como sustento. Mientras la tecnología esté dominada por el capitalismo, irremediablemente va a conducir al estrés (y al cúmulo de enfermedades desde allí generadas) o a la modificación de los modos de vida tradicionales (la agricultura, mitología, magia, herbolaria, etc.) del hombre.

¿Hacia dónde caminamos realmente?

No solo estamos terminando físicamente con el cuerpo sino, lo más grave, también con el entorno (o medio ambiente) en el que ese cuerpo se ha movido tradicionalmente. Dilema o no dilema, hay algo cierto: se busca que la carrera por la modernidad inicie cada vez desde etapas más tempranas, por lo cual el ser humano es consecuentemente sometido a una serie de entrenamientos extremos, a fin de insertarse con éxito en los círculos de la competencia social, particularmente en el ámbito educativo. Entonces, allí el problema es: ¿quién maneja, quién fija las competencias? La respuesta según Luhmann, es simple: el sistema social, y las reglas y ordenamientos del sistema social no competen hoy a la mayoría de los humanos, sino que esa mayoría, por el contrario, se distingue por estar sometida a círculos de poder cada vez  más estrechos, cuyos designios finalmente son los que están conduciendo hacia un mundo mortalmente enfermo (engaño, consumo, tecnología).


Tristeza y enfermedad: caminos que se entrecuzan.

Cuerpo, comunidad y naturaleza gravemente enfermos producen por necesidad tristeza. Todo dolor acompañante común de la enfermedad genera tristeza, tanto en quien lo padece como en aquellos que lo contemplan o lo acompañan, un dolor enfermizo y enfermo que se multiplica cuando los servicios de salud que, se supone, lo deben de paliar atendiendo a la enfermedad, son insuficientes o  ineficientes. Estar cerca o sufrir la enfermedad en México es hoy reflejo fiel de esos efectos: la saturación de los servicios de salud (más los públicos que los privados) lastiman ante su contundencia y refleja, sobre todo, el grave daño de malestar enfermizo que aqueja a la sociedad y la torna hoy una sociedad triste. ¿Cuánto cuestan al erario público hoy los servicios de salud y cuánto irán a costar en un futuro no muy lejano, en la medida en que la obesidad se incrementa explosivamente y por ende, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes? Si eso no causa suficiente tristeza en el presente, ¿no lo causará en el futuro? Pero ese no es el único problema. Cuando el carcinoma tiene que ver no sólo con el cuerpo humano sino con la sociedad toda, la tristeza se generaliza y se torna en un problema de carácter social de dimensiones inconmensurables.

¿Hay esperanza?

Primero tener nociones ciertas, lo más ciertas posibles, sobre las dimensiones el futuro catastrófico que se avecina si no se logran modificar en un lapso de tiempo prudente las condiciones en que el mundo contemporáneo está evolucionando. Segundo las cuestiones nanotecnológicas variables son más o menos estables y por ello controlables, en el caso de los microprocedimientos se pierde la estabilidad y el control pues, dada la autonomía e independencia de ellos, su comportamiento no es previsible, ya que su accionar es por lo común estocástico, como lo han sido hasta hoy, por ejemplo, los movimientos de resistencia emprendidos particularmente por los jóvenes los años recientes.
Tercer cuestión esta tiene que ver con procesos que implican experiencias diversas: es decir, incorporar a los micropocedimientos todo tipo de luchas que conlleven, desde muy diversos campos, hacerles frente a la dura y cruda realidad capitalista, que destruye tanto individual como colectivamente, comunitaria como medio ambientalmente, que no deja de hecho nada convida.
Hoy puede predominar el pesimismo de l tragedia, pero, como Aristóteles afirmaba, siempre hay que tener confianza en que alguien (él ya no lo pudo hacer) le dará vida a la comedia.   

3 comentarios:

  1. Es un gran aporte el que nos ha brindado compañera, debido a que en muchas ocasiones no nos damos la oportunidad de tomarnos 5 minutos para reflexionar de que es lo que hacemos de nuestras vidas y hacia dónde van encaminadas y que no sabemos en realidad que es lo que nos va a esperar el día de mañana, o mejor dicho que es lo que nos estamos forjando y a las generaciones futuras. Gran entrada de invitación a cambiar de poco a poco se verán resultados radicales. Saludos.

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  2. El uso indiscriminado de todo herramienta o entorno trae consecuencias. En la actualidad el uso de la tecnología se hace con el fin de procurar un beneficio a la humanidad (optimizar tiempo, organizar información, etc) pero desgraciada mente, la mayoría de herramientas creadas para un beneficio terminan siendo instrumentos que fomentan el ocio o nos convierten en esclavos de la tecnología. Por eso es importante fomentar el uso adecuado de ella y sobre todo analizar si soy usuario de la tecnología o la tecnología me usa a mi.

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  3. Desgraciadamente nos absorbe tanto el consumismo que somos una sociedad donde estamos saturados de información y algunas veces queremos tener y ambicionamos lo que otros tienen, eso nos hace mas dependientes del consumismo.

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