Zona Arqueológica Zaragoza, Mich., municipio de La Piedad, Mich.

Zona arqueológica  Zaragoza

LA PIEDAD, MICHOACAN (BI).- El bajío pudo haber sido en realidad el punto de partida de los indígenas prehispánicos que un día poblaron la Gran Tenochtitlán. Centros ceremoniales arqueológicos como Zaragoza, Plazuelas, Peralta y otros puntos que no han sido rescatados y que se encuentran en municipios como Penjamillo, Churintzío, Zináparo, Pastor Ortiz y Puruándiro fueron, en su momento, hogar y refugio de las tribus que emigraron para formar el Imperio Azteca. Tejeda Alvarado ha defendido durante varios años la teoría de que los chichimecas que poblaron esta región pudieron haber sido los mismos que formaron parte del Imperio Inca, ya que existe gran similitud de rasgos culturales, fonética y construcción de piezas artesanales. Por su parte, el arqueólogo Julio Celis Polanco, quien ha estudiado desde 1987 la cultura prehispánica en el Bajío, argumentó que los vestigios encontrados en las zonas arqueológicas de ésta región dan pie a la teoría que  señala que de esta zona emigraron a Tenochtitlán los que después se convirtieron en los imponentes guerreros aztecas. El arqueólogo que ha dedicado casi 20 años de estudio a las culturas del Bajío, descubrió que el origen de la "mexicanidad" podría no ser de tribus provenientes de Nayarit como se cree actualmente, sino del estado de Guanajuato.                                   "Podríamos estar hablando que el bajío es el origen de la mexicanidad. La intención es demostrar a la ciencia antropológica, que hace varios cientos de años, las tribus que salieron de la región del Bajío, fundaron México, y no provenían de Nayarit. En el Centro Ceremonial Arqueológico y Jardín Botánico de Zaragoza, han sido encontrados montículos de piedra donde se llevaba a  cabo el juego de pelota, además de rituales sagrados y ceremonias de carácter político. Así como un gran número de plantas silvestres que se consideraban extintas.          En las esquinas de las canchas se han encontrado cuatro esculturas representando una serpiente y en el centro, a manera de marcador, una serpiente lagarto. Junto está el temascal o baño de vapor de propiedades mágicas, donde los jugadores se purificaban antes de los juegos. En lo que se refiere a los  espacios políticos y sagrados que se encuentran en Zaragoza, se sabe que en estos conjuntos de rocas se concentraban los poderes religiosos, políticos y económicos que controlaban un extenso territorio.          En este tipo de sitios se han encontrado piedras talladas con representaciones de rayos y el signo del año sobre un atado de cañas. Posiblemente son el símbolo conmemorativo de un evento importante o el comienzo de un nuevo ciclo de 52 años.